The Birthday.

Otoño del 2020 había llegado sin apenas darnos cuenta.

Tan lejano y tan cercano quedaba el 21 de febrero, el día de mi cumpleaños.

Pasados ya 7 meses aún sigo diciendo que fue la última fiesta, el último baile.

Hace 10 años cuando soplé las velas, pedí un deseo, mi mente intentaba imaginarse como sería mi nueva década y donde celebraría el paso a la siguiente década. No conseguí visualizarlo, pero sonreí y me dije a mi misma: Piensa y busca bien en tu interior cuál es el verdadero deseo, el verdadero sueño.

Lo de pensar y buscar no es cosa mía, más bien me va más lo de: sueña y lánzate. Como buena piscis que soy, yo a la mía y en mis mundos.

En el 2006, cuando trabajaba en una promotora-constructora en Benidorm, visitaba 2 estudios de arquitectura donde nos hacían los diseños para los proyectos. Uno de los estudios diseñaba proyectos para Dubái. Y fue allí y en ese momento donde dije: yo quiero vivir en Dubái, yo quiero trabajar en Dubái y yo quiero construir en Dubái.

Parece que estaba muy ilusionada y segura de ello, pero no hice nada y seguí con mi vida.

No me voy a entretener con los detalles de como llegué a Dubái, porque necesitaría por lo menos 1 año y muchas páginas para escribirlo.

Aterricé en Dubái el 8 de enero del 2016. Sí, 10 años más tarde, cosas de la vida. Me desvié un poco del camino, pero aquí estoy en Dubái. Mi especialidad: complicar las cosas. ¿Para que ir por el camino corto, sí al final lo importante es disfrutar del camino y llegar antes o después donde quieres? Y si por el camino te encuentras con mil y una aventuras, mejor que mejor. El camino es siempre un aprendizaje y no ocupa espacio en el equipaje.

Una mañana de principios de diciembre estaba en la oficina de obra sumergida entre planos, materiales, e inspecciones de obra. Estaba concentrada en mi trabajo y de repente mi jefa me dijo: tienes que empezar a preparar tu cumpleaños.

Yo escuché algo, pero como estaba tan concentrada en mi trabajo, levanté la cabeza, le miré y dije: ¿Qué? ¿Mi cumpleaños? Aún quedan más de 2 meses.

La verdad que no estaba muy ilusionada da, hasta pensé en repetir la cena del año anterior en un restaurante Asiático con la misma gente. Pero empecé a soñar y a planear. Las ideas empezaron a venirme a la mente y poco a poco todo iba alineándose. Las expectaciones esta vez fueron menos que la realidad. No tenía ni idea que al final, no solo ese día sería especial, sino todo el mes de febrero, mi mes preferido.

Febrero es un mes frío y llueve en Dubái. Seguro que los que no vivís aquí no os lo creéis y los que sí, se que vais a reír. Vuelvo a repetir que febrero es un mes frío y llueve en Dubái.

Mi primera idea fue hacer una fiesta en barco al atardecer, vestidos elegantes. Nada de ir en bañador y enseñando carnes. Sushi y comida española. En mi fiesta de cumpleaños no podía faltar jamón serrano y queso. Había hasta pensado conseguir una pata negra de jamón con jamonero para ir cortándolo en el momento.

Mi segunda idea era alquilar una villa cerca de la playa para todo el fin de semana, y si alguien venía de fuera podría quedarse allí. Algo más informal, a puertas abiertas. Sol, mar, piscina, deporte, comer, beber, juegos.

Mi tercera idea era alquilar una sala privada, comida española y pasar música. Unos meses antes había estado en un lugar que me encantó, en el cumpleaños de una amiga española y recordar aquel día me traía buenos recuerdos. La temática fue “Cuba”. Yo lo de disfrazarse lo llevo fatal, aunque al final siempre acabo encontrado en el armario una combinación perfecta que no parece un disfraz. Me puse un vestido amarillo entallado con 3 volantes que van desde la cadera hasta justo debajo de la línea del pompis. Ese vestido ha vivido unas cuántas historias, ya tiene 10 años. Recuerdo perfectamente el día que lo compré. Fui con mi madre a dar una vuelta por el centro de Castellón y entramos en la tienda de Pedro del Hierro, la que hace esquina entre la calle del Medio y la calle que va al mercado central. No quedaban muchas cosas de verano, ya que era finales de temporada. Yo buscaba un vestido para el cumpleaños de mi hermana y allí estaba el vestido amarillo canario como la bandera española. Era precioso, aunque algo largo. El vestido tenía 3 volantes que empezaban justo por debajo de la línea del pompis (para los que tengáis dudas, el pompis es el culo), así que me miré al espejo y le dije a mi madre: aquí falla algo. Mi madre me miró y sabía perfectamente lo que iba a decir. ¿Mami que te parece si lo acortamos? Lo cortamos por el cuerpo y dejamos el último volante a la línea del pompis. Mi madre primero me miró con cara de no, pero como sabía que si lo había pensado lo iba a hacer sí o sí, me dijo: Hija, me parece muy bien. Tú que puedes, a lucir piernas. Lo acompañé con un pañuelo de colores atado a la cabeza como de turbante, de Fendi, un icono en mi armario. Unas sandalias azules altas, cómodas y bonitas, que me costaron solo 10€, y ya son vintage.

Por supuesto detrás de una historia tiene que haber otra historia, así que elegí la tercera idea.

El 21 de diciembre estaba sentada en una de las butacas del salón de mis padres y mi hermana acostada a mi lado en el sofá, estábamos disfrutando de la vuelta a casa por Navidad, y creé un grupo en WhatsApp:

Marisol’s Birthday. 21F.

This is not a secret anymore,

I am turning 40!

Durante esas semanas iba enviando más detalles. Mi jefa que también estaba invitada y como buena diseñadora me diseñó la invitación.

Mi hermana venía desde Bangkok, mi prima con su marido desde Benicarlò (un pueblo de Castellón casi al borde de Cataluña), mi mejor amiga con su pareja desde Nules ( mi pueblo), y mi amiga desde los años de la universidad, desde La Vall d’Uixó ( un pueblo vecino a Nules).

Así que no sólo tenía que organizar la fiesta, tenía que organizar a todos los que venían y cada uno llegaba en días diferentes. Me esperaban 2 semanas de las que digo yo: de no dormir. Un mes antes ya estaba nerviosa, ya pensaba en cuando pasara todo y quedarme un día sola. Vamos que siempre quejándome, pero me encanta el lío. Que sería mi vida, sin esos ajetreos.

Fue muy divertido como la gente se preparó para ese día, me envían mensajes con la ropa que se iban a poner. Entre ellos planeaban que regalarme. Y alguna que otra anécdota que me sorprendió,

Los primeros en llegar fueron mi amiga y su pareja (llevan 23 años juntos). Llegaron la madrugada del lunes, así que a mi me dio tiempo de ir a bailar tango, volver a casa a cambiarme e ir a por ellos al aeropuerto.

Se quedaban en un apartamento en el edifico donde vivo. Aún hablamos un rato y me subí a casa a dormir una pocas horas, ya que al día siguiente tocaba trabajar.

El miércoles por la mañana a primera hora llegaron mi prima y el marido. No les puede esperar ya que también trabajaba, pero como todos estábamos en el mismo edificio, mis amigos les esperaban para darles la bienvenida.

Volví del trabajo agotada, pero con ganas de calzarme las zapatillas y salir a correr para ahogar mis “penas” a zancadas. Pasé a saludar a mis primos y les dije que a las 9pm teníamos mesa reservada para cenar. ¡Nos vemos a las 8:45pm todos en recepción! Y salí a correr por el canal 5km.

A las 8:45pm estábamos todos en recepción. Yo no tenía muy claro sí lo que estaba viviendo era realidad o un sueño. Así que de vez en cuando y disimulando, me pellizcaba los brazos para comprobar que no despertaba, que era realidad.

Yo soy de downtown, a mí me encanta ver el Burj Khalifa todos los días (aunque luego haga kms y kms para ver a mi amigos o meter una mini bolsa o no tan mini porque salgo por la mañana de casa y luego nunca sé cuando vuelvo. Aunque me gusta volver a mi casita en downtown.

Elegí un restaurante de comida árabe en Souk Al Bahar. Conseguí una mesa en la terraza donde podíamos ver el Burj Khalifa y ver las fuentes bailar siguiendo la melodía de la música.

Abd El Wahad se ha convertido en visita obligatoria cuando nos visitan amigos y familiares. Les encantó el sitio. La comida buenísima, el servicio encantador y el lugar no deja de sorprender, es mágico, tiene algo. Les escuchaba y observaba, estaban felices, no paraban de decir lo contentos que estaban de estar allí y conmigo. Estaba agotada, pero ver esa felicidad me recargó para seguir disfrutando de la velada.

Hablamos de nuestro pueblo Nules, ese pueblecito costero de Castellón y de anécdotas vividas juntos. Yo no podía expresarles en palabras lo feliz y agradecida que estaba de tenerles allí conmigo.

Después de la cena pasamos al restaurante de al lado, karma kafé, otro de los sitios que me gusta y me recuerda a muchas noches de ladies night con mi queridísima amiga La Rusa (Como echo de menos aquellos meses juntas).

Intenté tirar indirectas, incluso directas que a media noche como cenicienta teníamos que estar en casa. Al día siguiente también trabajaba y no quería llegar al día de mi cumpleaños con ojeras de no haber dormido casi.

Por supuesto como buenos españoles nunca llegamos a hora (cosa que a mi me pone nerviosa). Salíamos del local a las 12:30am. Nos despedimos en su planta y darnos las buenas noches se hacían eternas porque nadie paraba de hablar (hablábamos todos al mismo tiempo como buenos españoles y de pueblo que somos).

Las puertas del ascensor se cerraron para subir a mi apartamento. Me miré al espejo y me dije: Que preciosa estás, tus ojos brillan de felicidad. Y cerré los ojos para abrirlos cuando el sonido del ascensor abrió las puertas y dije para mi interior: Por fin en casa.

Las puertas se abrieron y quede paralizada y con los ojos abiertos como un búho cuando le vi.

Buenas noches. ¿No pensarías que me iba a ir sin despedirme, verdad?. Yo no puede articular ni una palabra.

Allí estaba él sentado en la moqueta del pasillo, delante del ascensor esperándome.

No le di tiempo a levantarse y me lancé al suelo para abrazarle. Y me salió una sola palabra: GRACIAS.

Él volaba aquella madrugada, un viaje de trabajo y se iba a perder mi fiesta de cumpleaños. Habíamos intentado cuadrar agendas para vernos, pero parecía que no íbamos a lograrlo. Aunque como digo yo: nada es imposible. Querer es poder.

Entramos a mi casa y sacó una botella de Prosecco de la maleta y mirándome a los ojos y separados solo un palmo me dijo: Prepara esos pancakes que tan bien te salen para acompañar el Prosecco.

Allí estaba alucinando y súper feliz en la cocina preparando los pancakes aún vestida, con tacones de aguja y sin dejar de sonreír mientras él descorchaba la botella de Prosecco y dejaba caer el corcho en el jarrón de mi colección de corchos.

Disfruta de tu último día del año y que lo empieces muy feliz, dijo saliendo por la puerta dirección al aeropuerto.

Apenas hacia segundos que se había ido, un mensaje saltaba en la pantalla del móvil: ¡Ya he aterrizado! ¡Que emoción! ¡No me puedo creer que esté en Dubái! Mi amiga me envió un mensaje desde el aeropuerto.

Estaba claro que lo premeditado se iba a cumplir: Me esperaban 2 semanas sin dormir.

Yo tenía que salir hacia el trabajo e iba organizando a todo el mundo. Mi amiga se quedaba en mi apartamento y los otros 4 le esperaban para darle la bienvenida.

Por la tarde les había organizado una excursión al desierto, con una agencia de un amigo español, Middle East Experience. Cuando me visitan amigos y familiares siempre contacto a ellos, se que me los van a cuidar y la experiencia siempre es buena y llena de anécdotas. Así yo me quedaba tranquila, saldría del trabajo, me pasaría por el local, Iría a casa a darme una ducha rápida e iría al aeropuerto a por mi hermana.

A las 10:30pm todos en recepción. ¡Nos esperan unas copas en la planta 54 en una terraza bajo la luz de la luna y observando la ciudad! Les dije a todos en grupo: Dubái 2020.

Mi jornada laboral fue un no parar, entre lo emocionada que estaba y todo el trabajo que tenía olvidé comer. Quería salir del trabajo antes de la hora, pero sin darme cuenta había volado el día.

Llegué al aeropuerto y comprobé en la pantalla que el vuelo llegaba a la hora prevista y me metí en el supermercado a comprar algunas cosas. Mi frigorífico estaba vacío y a mi no se me había ocurrido hacer la compra online.

Cuando vi a mi hermana acercarse a mi no me lo podía creer. Estaba preciosa, elegante, maquillada, con el pelo perfectamente.

Nos abrazamos y le dije: ¡Estas guapísima!

Y me dijo: esto de viajar sola es una maravilla, creo que lo haré más veces. Desde hace 6 años siempre viajo con las niñas, ya no sabía lo que era relajarse en el avión, disfrutar del viaje y no estar pendiente de más personas y de equipajes de todos.

Me reí y le dije: ¡Que estrés! ¡Ahora sé porque me gusta viajar sola! Jajjajaj. Nos reímos.

Llegamos a Cé La Vi Dubai y tuvimos la suerte de que unos encantadores chicos nos hiciesen un hueco en su mesa en la terraza. Con una sonrisa les dije: Buenas noches. A las 12am es mi cumpleaños os importaría compartir mesa. Welcome and Happy Birthday! Me dijeron.

Había estado el día de la inauguración del local con mi jefa y me había encantado el lugar, así que pensé que sería un sitio encantador para despedir el año y dar la bienvenida a mi nuevo año, a mi nueva década. Lo único que no reservaban mesas para tomar solo copas. Así que arriesgué y como bien dice el refrán: Quien no arriesga no gana. Y gané.

A las 00:00 del 21 de febrero del 2020, estaba celebrando mi 40 aniversario en Dubái, rodeada de gente muy importante para mí. Mi mejor amiga en Dubái y mi hermana estaban a mi lado, las dos me cogieron por la cintura y cada una de ellas eligió una mejilla para darme un beso y felicitarme. Y luego los demás me fueron abrazando y besando. Cogí el móvil y allí estaba el mensaje de él a las 00:03am. Feliz cumpleaños! Simple, pero siempre a tiempo.

Llagamos a casa y nos quedamos los 7 en recepción del edificio hablando y cotilleando. Yo estaba encanta, pero agotada. ¿Qué pasa que nadie ha entendido que mañana no quiero tener ojeras de no dormir? Ya eran las 2am y entre despedirnos y organizarnos mi hermana y mi amiga en casa se hicieron las 3am.

Desperté con un ruido, no había sido fuerte, pero abrí los ojos. Y vi a mi hermana a mi lado. ¿Estás despierta? Tengo jet lag y ya no puedo dormir. Además para 48h que voy a estar aquí no me las quiero pasar durmiendo. Me dijo mi hermana.

Hola, no estoy durmiendo. Vamos a cotillear. Le dije mirando la hora y viendo que eran las 6am. No me lo podía creer, yo quiero muchísimo a mi hermana, con locura. Pero tuve que hacer un esfuerzo muy grande para no gritar. ¡A dormir!

Mi amiga parecía la Bella durmiente y no despertó hasta las 9am y eso que habíamos estado las 2 hermanas sin para de hablar ni para respirar.

A las 9:30am sonó el timbre de la puerta y abrí sin pensar. No estaba yo para pensar mucho. Y allí estaba mi mejor amiga al otro lado de la puerta. Aún no me lo podía creer, pero era real. Con una cajita en las manos y un Feliz cumpleaños. ¡Pasa, entra, voy a preparar café para todas! Tengo un vídeo del momento, de las cuatro en mi mini casita, no lo voy a compartir pero cada vez que lo vuelvo a ver me traen muchos recuerdos e ese día y de la infancia. Aquellos maravillosos años.

Habíamos quedado todos a las 11am para ir a la playa, otra pareja de amigos, mis más viejos amigos, que son mi familia aquí,( lo de viejos va por antigüedad no por edad y cuerpazos ) nos esperaban en la playa. Aunque ya veía yo que al paso tortuga que íbamos se nos iba hacer tarde para salir de casa.

De repente se bajaron para cotillear el gimnasio y la piscina, me dejaron arreglarme solo y relajada.

Apenas hacía un minuto que habían salido de casa sonó el timbre de la puerta. Yo con cara de no buenos amigas y sacando mi carácter dije: ¡¿Qué os habéis dejado?! Y abrí la puerta.

Me quedé paralizada y con las manos en tapándome la boca cuando mi sorpresa fue ver a un hombre con dos ramos de flores con una tarjeta cada uno. Aunque el hombre creo que se quedó más paralizado que yo. Había abierto la puerta semidesnuda, me estaba preparando para ir a la playa y como pensaba que había sido mi gente abrí la puerta solo llevando puesto un mini biquini. Ahora que lo recuerdo me entra la risa, pero en aquel momento no me di cuenta de la situación, cerré la puerta y empecé a llorar de la emoción, un escalofrío de felicidad recorría todo mi cuerpo.

No podía dejar de derramar lágrimas de felicidad mientras leía las 2 tarjetas.

40’s are the new 20’s!

Twenty red flowers for a

unique girl. B.

¡Increíbles 40!

Let’s make them legendary. R&C.

Comimos en la playa, había preparado un pequeño picnic como todos los veranos preparábamos con amigos. Era febrero y mi gente no podía creer que estaban en la playa. Pasamos unas horas inmejorables, no faltaron las risas y anécdotas.

Obligué a todo el mundo a llegar a casa como muy tarde a las 5pm, descansar un poco y arreglarnos para estar puntuales. Yo quería llegar la primera para recibir a todos. Por supuesto, nadie me hizo caso.

Llegamos a casa y decidieron bajar todos a la piscina. Mi hermana quería descansar un rato y yo dudé en bajar también a la piscina o quedarme descansando. Al final y sin seguir mis propias reglas e imposiciones, no descansé y baje a la piscina con el resto. Estábamos todos en la piscina grande y aunque no lo creáis el agua estaba fría, estábamos tiritando. Uno de mis amigos estaba en la piscina pequeña y no paraba de repetirnos que el agua estaba caliente como un jacuzzi. Tardamos en darle la razón al comprobar que la tenía.

Yo estaba en la piscina pero mi mente estaba arriba en mi apartamento, echaba de menos a mi hermana, así que con la excusa que el agua estaba fría subí arriba en busca de la compañía de mi hermana. Parece increíble como ese amor de hermanas es algo súper fuerte, es como dos imanes que aunque los separes se atraen hasta quedar uno junto al otro.

Al final se veía venir que llegaríamos tarde, todos corriendo y con prisas. Yo estaba de los nervios, quería llegar la primera y era ya imposible si a la hora de estar allí aún estábamos en casa y sin llamar el taxi. Salimos en dos taxi, les avisé que le indicaran bien la salida al taxista o se podían perder. Y así fue, nosotras salimos más tarde y aún llegamos antes.

No me entretuve contando como conseguí mi vestido anteriormente, pero a llegado el momento. Había pensado ir de rojo ya que los chicos llevarían complementos rojos, corbata, pajarita o pañuelo y las chicas de blanco, negro o dorado. No estaba muy convencida, había ido un par de días de compras, pero no veía nada especial. Así que pasé por mi tienda prefería estos últimos años, una diseñadora italiana que la sigo por Instagram todos los días, sus diseños y su vida. EF ( Elisabetta Franchi ). Entré por la tienda y la manager me saludo con una sonrisa y me dijo: hacía tiempo que no te pasabas por aquí. Tampoco hace tanto, pasé antes de irme de vacaciones de Navidad, algo más de un mes. Le dije. Y ella me contestó: parece mucho más, te hemos echado de menos. Empecé a pasar perchas y le expliqué que quería y vestido especial para un día especial. Y me dijo: ¿no quieres el vestido negro? Me gustaría rojo, pero se que al final va a ser negro.

Mientras lo decía mis ojos se quedaron mirando al vestido negro que tenía entre las manos, aún colgado en la barra. La chica me miró y me dijo: te va a encantar, es ideal para ti. Es uno de los vestidos de la colección de la “Alfombra roja” de EF.

Me lo probé y salí del probador para verme mejor en el espejo de fuera y que las chicas me viesen. Se quedaron con la boca abierta y dijeron: Queda perfecto en ti. Espectacular. Y les dije: esa es la reacción que quería.

Empecé a caminar de un lado a otro y sentía que ese era el vestido, mi vestido. Pero las dudas me entraron, como era de esperar. Quedándome paralizada enfrente del espejo me miré y les dije a las chicas: ¿Estáis seguras? ¿No es demasiado corto? ¿No tiene demasiado escote? ¿Quiero bailar esa noche, no creéis que el largo de detrás me molestará? ¿Y luego me lo volveré a poner? ¿Cuesta bastante dinero?….aisss que bonito es; me he enamorado de él. ¡Me lo llevo chicas!

Entré por la puerta, estaba nerviosa, la piernas me temblaban. La gente que me conoce siempre dice que yo no tengo vergüenza a nada. Siempre contesto que soy muy vergonzosa, pero que lo disimulo muy bien. A veces tengo la sensación de que voy a caer y no se ni donde estoy e incluso digo cosas sin sentido.

Ya habían llegado algunos invitados y empecé a saludar a cada uno de ellos. Había una mesa llena de regalos, pero no abrí ninguno. Desde mis años en la India me he acostumbrado a no abrir los regalos cuando hay varios regalos y de personas diferentes.

La primera vez que fui a un cumpleaños en la India, en Mumbai, le pregunté a mi amiga que porque no había abierto los regalos. Y me dijo que era de mala educación, porque cada uno invierte de forma diferente en los regalos y los invitados se pueden ver ofendidos. Y también porque así no tenías que disimular si algún regalo no te gustaba. Por eso que dicen la cara es el espejo del alma. Vamos que a mí si algún regalo no me gusta o algo no me hace ilusión me pillan en seguida, ya que entre mi cara expresiva y mis ojos grandes me delatan en situaciones comprometidas.

Además, me parece súper divertido abrir los regalos e intentar adivinar de quien son y luego leer la tarjeta, si la llevan.

Me acerqué a uno de mis amigos que sabe perfectamente que me pongo nerviosa en ocasiones así, y al oído le dije: estoy temblando de nervios. Y me contesto: estás espectacular, eres tú, tenías que ir de negro. La mujer de negro, elegante y sexy. Y anda aléjate de mí que me estás poniendo nervioso con ese escote. Nos reímos los dos y le contesté: perdone usted caballero, pero me ha visto con menos ropa puesta en más de una ocasión. Reímos y añadí a la conversación: y gracias, ya se me han pasado los nervios con la tontería. Y volvimos a reír.

Y de repente vi entrar a mi compañera de batallas con su pareja y sonriente con una pequeña bolsita balanceándola de lado a lado, azul con letras negras: Tiffany & Co. Moría de ganas de abrir ese regalo, y tengo que confesar que fue el primero que abrí en subir al taxi dirección a casa después de la fiesta. Precioso, 2 corazones colgando de una cadena. Uno del color azul de Tiffany con las iniciales de mi nombre grabadas por la parte de atrás, MJG. (En estos momentos y mientras escribo lo llevo puesto)

En medio de los abrazos, vi entrar por la puerta a mi pareja de baile, de tango. Como no tenía traje negro se hizo uno a medida. Negro con los hilos de los ojales en rojo. El forro interior color rojo oscuro, los ribetes de dentro blancos y con su nombre bordado en rojo encima del bolsillo interior de la chaqueta. La verdad que fue todo un detalle, me dejó sorprendida. Y le quedaba perfecto, hecho para él, para el momento, para el baile. Se puso pajarita roja, aunque un poco torcida, al final descubrimos que estaba puesta al revés.

Miraba a mi alrededor y estaba feliz de ver a todos allí, algunos invitados no pudieron venir, y por supuesto echaba de menos a mi familia, a mis amigos de Nules de toda la vida, a mis amigos de los años de la universidad y a todas esas personas que he ido conociendo estos años. De una forma u otra, todos estuvieron conmigo. Son muchos y saben que me hubiese gustado tenerlos a todos conmigo.

La verdad que yo no comí mucho, y casi ni bebí, quería estar con todos y eso es imposible, al final volvía a ese imán que me atrae tanto, mi hermana. Entre otras cosas porque marchaba al día siguiente y no sabía cuando volvería a verla.

Como buena Valenciana que soy a parte del Jamón Serrano y el queso no podía faltar el arroz. Así que unos entrantes a la española para ir haciendo boca, para continuar con un “Arròs del senyoret”.

Os explicaría que es el “Arròs del senyoret”, para los que sois de mi tierra lo sabéis perfectamente, los que estuvisteis en mi fiesta de cumpleaños también. A los que no lo sabéis, os invito a Nules a comer un “Arròs del senyoret”. ¿Que os parece?.

Llegó la hora de cantar cumpleaños feliz y de pedir un deseo. Empezó a sonar la canción de cumpleaños feliz de Parchís. Y todos los cumpleaños de la infancia con amigos empezaron a aparecer en mi mente y solo podía expresar lo que sentía cantando la canción y saltando de alegría. Empecé a contar las velas y solo había 39, pensé bien el deseo y las soplé. ¿Que significa el haber solo 39? Volvieron a sacar la vela que hacía 40, se la habían dejado en la cocina al preparar el resto. ¿De verdad alguien pensó que no iba a contar las velas? Había dicho que quería 40, y estaba segura que las contaría. La soplé y me hicieron cortar la tarta, que no se si por nervios o al no comer dulce o tartas, no sabía cómo cortarla.

Había invitado a 2 parejas más de tango, pero no pudieron venir. Así que éramos 2 parejas. Mi amigo argentino que fue en que me metió en el mundo del tango, mi amiga, confidente y compañera de ladies night, y mi amigo y pareja de baile en tango.

No habíamos ensañado nada, y no sabía cómo íbamos a bailar con moqueta, tampoco como mi vestido se iba a comportar conmigo. Así que lo único que podía hacer era que mi pareja bailase su Vals preferido. Unos días antes estaba haciéndome la manicura y pedicura cuando le pregunté: ¿Cuál es tu tango preferido para bailar? Sonrisas y lágrima de Juan D’arienzo, me contestó.

Así que me organicé  con mi amigo argentino para que pusiera ese Vals. Me dijo que pondría primero un tango, para bailar los 4 cambiando de pareja y luego pondría el Vals.

Cuando después de la tarta estábamos organizándonos para poner la música y bailar, se acercó por detrás y me preguntó que pasaba y le contesté: sorpresa, vamos a bailar los 4 juntos y luego tú y yo. Y le sonreí. El me contestó: Te crees que no lo sabía, lo tuve claro cuando me preguntaste el otro día. Y yo le contesté: pues llévame perfectamente que va ha quedar grabado para el recuerdo.

Yo estaba súper nerviosa e iba acelerada, pero el lo hizo perfecto, con mucha elegancia. Tal vez una de las mejores veces. Yo estaba más pendiente de no pisarme el vestido y de que no se me saliese una teta, que casi al final tuve que soltarle la mano porque tenía un pecho fuera del vestido. El baile tenía partes que bailábamos más justos y ahí era cuando me relajaba, apretaba mi cuerpo contra el suyo para estar a salvo y que no se moviese el vestido, pero cuando teníamos que bailar separados y dar vueltas lo pasaba fatal. De repente me di cuanta que el escote se abrió y empezaba a verse más mi pecho izquierdo, aún podía disimular porque la parte izquierda era la que estaba pegada él. Le dije: se me ve una teta, se me ve una teta, se me ve una teta. No hizo nada, solo sonrió y cuando nos separamos le solté la mano, me coloqué el vestido al sitio y continuamos bailando. Al final quedó precioso y con anécdota simpática para recordar.

No era la primera vez que me pasaba algo parecido. Una noche de domingo en la Milonga de Asado, llevaba un vestido nuevo que una amiga me había regalado, negro, entallado hasta las caderas y luego con vuelo. Escotado y atado al cuello. Era precio y al parecer quedaba genial en mí y en la pista de baile. Estábamos bailando los dos juntos, ese día estaba súper relajada y casi flotaba concentrada en mi y en la música. De repente me dijo algo al oído que no escuché bien y le dije: ¿Qué has dicho? Se te ve una teta. También el pecho izquierdo, paramos y anude los tirantes más fuerte al cuello. Tengo mil y una anécdotas sobre tango.

La noche continuó hasta las 3am cerrando el baile con “Macarena” de Los Del Río. Por supuesto no faltaron las equivocaciones, la no coordinación, los movimientos raros y las risas.

Las escalaras que bajaban del primer piso donde estábamos a la calle, se nos hicieron larguísimas y entre risas llegamos todos a los taxi. ¡Gracias!

La noche y las risas no acabaron ahí, los 7 volvíamos cargados a casa con regalos, flores, globos y unas cuantas cosas más que no se de donde habían salido.

Empecé a abrir regalos; un precioso bolígrafo bañado en plata y oro con las iniciales de mi nombre grabadas acompañado de una libreta roja de Montblanc. Una pluma antigua con tintero y muchas joyas que me acompañarán muchos años y vivirán conmigo momentos para recordar.

Lo coloqué todo en la mesa y mis amigas se reían. En los pueblos antiguamente cuando tomabas la comunión ponías todos los regalos de manifiesto, para que la gente fuera a ver el trabaje de la comunión, segundo traje y tercer traje junto a todos los regalos. ¡Cosas de pueblos!

El fin de semana aún no había terminado y menos la semana, los acontecimientos seguían.

Nos levantamos por la mañana y fuimos Souk Madinat Jumeirah, donde paseamos y comimos. Ya solo quedábamos 5, la cuenta atrás había empezado. Luego fuimos a uno de mis restaurantes preferidos en la playa, en la misma arena, los dueños son locales, descubrí ese lugar al principio de estar en Dubái, cuando era un local pequeño, ahora lo habían ampliado, aún seguía teniendo su encanto. Tomamos café relajados y volvimos a casa. Mi hermana se iba, de vuelta a Bangkok y nosotros teníamos que arreglarnos para ir a otro de mis sitios preferidos, al Aperitivo Italiano.

Las anécdotas continuaban, no sabía lo que había ocurrido pero estuvimos en un atasco más de una hora, aunque lo pasamos genial; recordando anécdotas de los días anteriores y cantando canciones.

Otra velada maravillosa. Llegamos a casa pasada la media noche y al día siguiente  me tocaba trabajar y cuando me despedí de ellos en el ascensor le dije: mañana a las 9:30pm en recepción. Era hora de vestirse para ir a la Milonga de Asado, esa noche bailaría un baile de cumpleaños, donde yo sola en la pista los chicos irían saliendo de uno en uno para bailar conmigo. Me había comprado un vestido espectacular. No tenía vestidos de tango, los

vestidos que uso para tango los puedo llevar para otros eventos, así siempre estoy preparada para saltar en una milonga aunque no lo haya planeado.

Pero para ese día quería un vestido especial. Una amiga de tango había organizado una pequeña milonga en su casa y aprovechó para vender zapatos y vestidos de tango de una diseñadora amiga de ella. Yo quería comprarme zapatos, los tengo todos destrozados y los que yo misma había diseñado los perdí, quién sabe donde. Tengo el diseño de los zapatos enmarcado en un cuadro. No me gustaron los zapatos pero me probé unos vestidos. Y cuando me puse el vestido de color azul y verde de pequeñas lentejuelas, las 3 chicas que estaban allí conmigo dijeron. Wooooow ese vestido está hecho para ti, te queda espectacular. Chicas con este vestido bailaré el día de mi cumpleaños.

El vestido se pasó 3 meses colgado en el armario hasta ponérmelo. Lo acompañé con zapatos negros, unos pendientes que mis padres me habían enviado desde Nules de regalo de cumpleaños y una pulsera que parecía conjunto con los pendientes, ambos brillaban junto al vestido. Me recogí el pelo con una cola de caballo y me pinté los labios de rojo.

Estaba nerviosa, pero me alegré al ver al chico que ponía música esa noche. Un chico encantador a parte de bailar muy bien. Me acerqué a él y le dije que era mi cumpleaños que me buscara una canción. Me preguntó que quería y le dije que no tenía ni idea, que eligiera él por mí. No te preocupes, voy a elegir tres y de ellas eliges una. Te llamo cuando las tenga preparadas.

Elegí “Mendocina” de Pedro Laurenz, un Vals del 1944.

Me pareció una canción de amor muy dulce, era la primera vez que la escuchaba y el estribillo dice:

Sois tan linda mi Mendocina

mujer divina, gracia de Dios.

Si vos supiera como te adoro mi Mendocina ángel de amor.

No deje de bailar en toda la noche y mis 3 invitados que aún seguían en Dubái, grabaron cada tanda de aquella noche de tango, de la Milonga.

Nos fuimos antes de que acabara la velada, ya pasaba de medianoche y mi amiga se iba de madrugada, así que esa noche tampoco iba a dormir mucho.

Mi pareja de baile, se acercó a mí y me dijo: ¿Así que mañana cenamos en Asia Asia, en Pier 7? Tu prima me ha invitado a cenar con vosotros y he dicho que sí. Estaba claro que mi cumpleaños aún no había terminado.

Pasamos los cuatro una velada estupenda, Asía Asía también es un sitio casi obligatorio para cenar cuando vienen a visitarnos familiares y amigos. Y llegó la hora de darnos las buenas noches y despedirnos. Me entró una pena enorme al darme cuenta que ahora sí iba a despertar del sueño.

Aún no había tenido tiempo de saborear aquellos días, habíamos hecho tantas cosas y tanta gente me había acompañado, que ni yo misma con la gran imaginación que tengo podría haber imaginado un cumpleaños así. Me lancé en la cama cuando la vi, iba a dormir sola después de muchos días.

Cuando sonó el despertado, me desperté sobresaltada. Todas las luces de la casa estaban encendidas y yo seguía vestida y con los tacones puestos. Me quedé dormida. No sabía bien dónde estaba y en que día vivía, tarde segundos en reaccionar y levántame para ir a trabajar.

Parecía que mi cumpleaños había terminado, pero aún no sabía la sorpresa que me esperaba.

Salí del trabajo y aunque estaba agotaba quería calzarme las zapatillas y salir a correr para a “ahogar las penas”. No se ni de donde saqué las fuerzas, pero corrí 10 km. Cuando llegué a casa me senté en el sofá y pedí sushi para cenar. Cuando la orden estaba enviada, me quedé pensando con el móvil aún entre las manos y de repente unas lágrimas empezaron a recorrer mis mejillas y me pregunté: ¿Será que es hora de volver a casa, a Mi Pueblo?

El móvil empezó a vibrar y me sorprendió a ver una llamada de él, contesté aún con lágrimas es los ojos.

-¡Sorpresa! Acabo de aterrizar, he vuelto antes de lo previsto. ¿Cómo estás?.

-¡Que sorpresa! Hoy es martes, pensaba que volvías el jueves.

-¿Le digo al taxi que pare en tu casa de camino del aeropuerto a la mía?

-La verdad es que segundos antes de tu llamada me estaban cayendo las lágrimas. Estoy melancólica, hoy quiero quedarme en casa, sola y relajada.

-Es normal has tenidos unos días de muchas emociones. No olvides que esas lágrimas son de felicidad. Te llamo mañana. Descansa.

-Muchas gracias. Tú también.

En verdad necesitaba un abrazo, pero como yo especialista en sentir o querer algo y pedir lo contrarío, me quedé sin un abrazo, aunque aún no sabía lo que iba a pasar.

La cena tardaba en llegar y cogí el móvil para llamar a ver que pasaba y de repente un mensaje:

-¿Seguro que quieres pasar la noche sola? Ya estoy en casa, voy al gym, si cambias de opinión vente y vamos a cenar por ahí.

-jaja. Estoy esperando la cena.

-Perfecto, ya tienes echa la comida para mañana.

-Vale, voy. Quiero un abrazo.

Estaba claro que mi cumpleaños aún no había terminado.

Al día siguiente cuando llegué al trabajo mi jefa me dijo que nos habían invitado a la inauguración de un restaurante y sí me unía a ella. Sonreí y dije que sí. Ya una vez puestos a no dormir, pues un día menos. La verdad que no se de donde sacaba las energías.

Era un evento de trabajo, así que decidí ponerme un vestido de color nude de EF, ajustado por todo el cuerpo por debajo de las rodillas, sin mangas pero con guatas que realzaban los hombros. No era escotado, cerrado por delante y por detrás, marcando toda la silueta. Una cremallera desde la nuca hasta el final del vestido le daba un toque sexy. Lo acompañé con uno zapatos cerrados de color nude. No llevaba complementos, así que decidí ponerme el anillo especial que me había regalado una amiga.

Era un precioso anillo de oro viejo con una piedra morada, una amatista. El anillo había pertenecido a la abuela de mi amiga o quizá alguna otro generación. Tenía más de 100 años.

Mi amiga y su pareja, son mucho más mayores que yo y les conocí en unas circunstancias muy peculiares que no voy a contar ahora porque también necesitaría unos cuantos meses y unas cuantas hojas para escribir la historia. Habían pasado unos días en mi casa y cuando yo volvía a mi casita de Downtown me encontré algo en el suelo. Un anillo. Me puse en contacto con ella y me dijo que se lo guardara hasta que nos viéramos la próxima vez. Aún no hemos podido vernos, pero el día de mi cumpleaños me dijo que mi regalo se había quedado en mi casa por su propia voluntad y me pertenecía. No podía dejar de llorar de felicidad al leer ese maravilloso mensaje. Ese anillo pasaba a una 4 generación y me pregunto: ¿a quien se lo pasaré yo?

Cuando cogí el móvil para salir vi un mensaje:

-Tengo cena de negocios en Downtown. ¿Por dónde andas? ¿Paso por tu casa después de cenar?

-Estoy saliendo de casa. También voy a una cena de negocios. Dejo la puerta de casa abierta, quien llegue antes prepara los pancakes.

La cena fue muy relajada y aunque de negocios, fue divertida. Ya me había acostumbrado a salir todas las noches y a dormir poco y me encontraba descansada. Además al día siguiente después del trabajo salí con mi amiga y compañera de batallas a pasar un fin en un resort en Fujairah. Por supuesto las celebraciones de mi cumpleaños aún continuaban.

-Estoy llegando a tu casa.

-Yo también.

Entré a casa y cerré la puerta mientras alguien decía: ¡no cierres!

Por unos segundos me toco hacer los pancakes.

-Veo que ya tienes la maleta preparada.

-Sí, en salir del trabajo vengo corriendo, me doy una ducha rápida y salimos con mi coche. Queremos llegar a buena hora para cenar.

-Te voy a echar de menos, me dijo mientras pellizcaba un trozo de pancake y se lo llevaba a la boca.

Cuando subí al coche le dije a mi amiga: No sabes las ganas que tenia de este fin de semana, tú y yo. Sol, mar, piscina, deporte, beber y comer.

Vamos a ver, porque ya te contaré una vez allí lo que ha pasado con la reserva. Mejor te lo cuento cuando estemos en nuestra habitación. ¡Venga, arranca el coche!

Al parecer me esperaban más sorpresas.

En ocasiones tenemos unas expectaciones tan grandes que es imposible que se acerquen a la realidad, en esta ocasión la realidad superó las expectativas a tal nivel que parece que sea un sueño.

No olvides cerrar los ojos y pedir un deseo cuando soples las velas.

De Madrid al cielo.

De Madrid al cielo, llevo escuchando toda mi vida. La verdad que es una ciudad preciosa, elegante, cultural, llena de vida. Eso sí, le falta el mar. Aunque hoy en día, de Madrid a Valencia solo hay algo más de una hora con el tren de alta velocidad, AVE.

Los orígenes de Madrid, son confusos en la historia. Aunque se hable de un Madrid romano, las primeras noticias que se tienen de Madrid se remontan a la época musulmana.

El oso y el madroño. Actualmente la denominación de Madrid como “villa del oso y del madroño” proviene de la primera mitad del siglo XIII. Según la tradición, un litigio entre el concejo y  el clero sobre el derecho a ciertos montes y pastos, fue resuelto acordando que los árboles pertenecieran a la villa y los pastos al cabildo. Para conmemorar el pacto; la villa adoptó  por escudo el madroño, sobre cuyo tronco se apoya un oso, y el cabildo, el oso pastando.

Había empezado el 2020, y el mes de enero yo siempre me lo tomo con muchas ganas, aunque la gente diga que es un mes muy largo, para mí siempre me pasa rápido; vuela.

Mi empresa cambiaba de nombre y pasaba a estar registrada en otra ciudad, así que en volver de Navidad tenía que cancelar mi visado de residente y hacer uno nuevo. Tenía que hacerlo lo antes posible ya que la empresa estaba esperando por mí.

Mi jefa viajó a China para unas reuniones de trabajo, así que esperé a su vuelta. Empezamos a tramitar toda la documentación y fue ahí donde me di cuenta que mi pasaporte caducaba en menos de 3 meses. No lo podía creer, acababa de volver de España y me habían dejado entrar en el país. En estas ocasiones es cuando digo que las cosas pasan por algo. Si llego a quedarme la nochevieja en España, me hubiese dado cuenta que mi pasaporte iba a caducar y en un día hubiese tenido mi pasaporte listo, pero no fue así.

Me puse en contacto con la Embajada española, pero no había cita hasta 10 días más tarde y luego el pasaporte podía tardar unos 20 días o más.  Sí, la había liado una vez más.

También tenía un posible viaje de trabajo a Venecia, a finales de enero. Así que la solución más rápida era ir a Madrid, la capital de España. Empecé a buscar cita para el pasaporte y vuelos a Madrid. Al final, todo había cuadrado perfectamente, más o menos.

Mi vuelo era el 16 de enero a las 2:30pm. (18 días de mi vuelta de España y un imprevisto viaje salía de debajo de las piedras, por decirlo de alguna forma). Y esa semana hice mi lista de viajes para el 2020.

Mis viajes para el 2020:

  1. Madrid.(pasaporte)
  2. Venecia. (trabajo)
  3. Fujairah.(carrera por a montaña)
  4. Milán_Canazei. (esquiar)
  5. Milán_Siena. (tango)
  6. Gran Muralla China. (maratón)
  7. Miami. (vacaciones)
  8. Nules. (casa)
  9. Bangkok. (vacaciones con mis sobrinas)
  10. Los Ángeles. ( trabajo & vacaciones)

Era la primera vez que hacia lista de los viajes y organizaba fechas. Normalmente no lo hago y como siempre organizo viajes a última hora. Tengo una amiga que es muy organizada, hace la lista de sus viajes, cuenta sus días de vacaciones, se organiza la agenda y marca hasta en el calendario cuando tiene que comprar los vuelo. Vamos, igualita que yo.

Así que antes de irme a casa por Navidad y ya que por primera vez había comprado el vuelo casi 3 meses antes (aunque luego a última hora cambié la fecha de regreso), le dije que la primera semana de enero me ayudase a organizar mis viajes y mis vacaciones.

Y por primera vez en mi vida hice la lista, conté días de vacaciones y lo planeé todo. Yo tenía muy claro que no iba a funcionar, a mi eso de hacer planes como que no es lo mío, y eso que aún no sabia lo que iba a pasar.

Llegué al aeropuerto con tiempo, mi visado de trabajo había sido cancelado, así que primero tenía que pasar por emigración. Todo iba sobre ruedas, ya había pasado todos los controles y tenía tiempo suficiente para dar una vuelta, comprar un par de cosas, comer algo y relajarme después de una semana de mucho trabajo. Iba a estar e Madrid solo 48 horas desde las 9pm del jueves a las 9pm del sábado. Un viaje relámpago, pero valdría la pena.

Llegué a la puerta de embarque y mi vuelo ya había salido. Sí, esa misma cara se me quedo a mí. La puerta estaba cerrada, empecé a dar golpes a la puerta de cristal. Una azafata vino y me dijo que el avión había despegado. No podía ser lo que estaba pasando, mi cuerpo empezó a temblar, mis piernas casi no podían aguantar mi cuerpo (las piernas me temblaban como cuando me encuentro con mi ex novio que hacía  tiempo que no nos veíamos o a ese chico que me tiene enamora, pues multiplicado por 3 o 3000).

Entré  en pánico por 10 minutos. Venga Marisol, problema-solución, tú  puedes, esto no es el fin del mundo, piensa, reacciona, rápido. Y volví a la tierra, respiré.

No tenía ni idea que podía hacer, era mi primera vez. Y como todo en la vida siempre hay una primera vez.

Me dirigí al mostrador de Emirates (mientras le escribía a mi hermana para contarle lo que  había pasado). El próximo vuelo a Madrid era a las 7:30am, por lo que no llegaba a la cita para renovar el pasaporte. Mientras tanto mi hermana desde Bangkok empezó a buscar otra jefatura de policía en Madrid que me pudiese hacer el pasaporte y hubiese cita. También me puse en contacto con las amigas que iba a ver en Madrid y con otra amiga que trabajó  para la jefatura de policía en el departamento de pasaportes y visados. Así que entre mujeres, solucionamos aquel desafortunado, o afortunado imprevisto. En la vida las cosas pasan por algo, las casualidades no existen. Yo, por alguna razón no tenía que subirme a ese avión.

Tenía 17 horas de espera hasta  la salida del próximo vuelo y en vez de 48 horas en Madrid iba a estar 33 horas. En condiciones normales, habría salido del aeropuerto, tomado la tarde libre, quedado para cenar, bailar tango, dormir por unas horas y despegar a las 7:30am del viernes camino de Madrid. Pero mi visado de residente había sido cancelado, mi empresa tenía un documento firmado que yo había salido del país, mi pasaporte caducaba en menos de 3 meses. Vamos que mejor si me quedaba quietecita en el aeropuerto. Alguna vez me había quedado tirada en algún que otro aeropuerto, por diferente razones, pero que yo recuerde, no tantas horas. Tengo mil y una historias que contar de aeropuertos y viajes, pero esta ya era la que se llevaba el primer premio.

Así que una vez reorganizadas mis 33 horas en Madrid y todo bajo control, tenía que ocuparme de la situación actual y de cuidarme a mi misma.  Como buena española y valenciana que soy en ocasiones así, no hay otra que recurrir a esas frases típicas de nosotros, que llevamos escuchando toda la vida y nos dan ánimos.  “Els diners i el collons per a les ocasions”, las ocasiones especiales, sean del tipo que sean, hay que aprovecharlas. Llevaba tiempo deseando tener tiempo para mi, ahí estaba, atrapada en tierra de nadie.

Reservé una habitación en el hotel del aeropuerto. Así que me di el capricho de descansar en una habitación enorme (dormí 5 horas). Una vez hechas unas compras en el aeropuerto (de cosas que tenía que comprar y no había tenido tiempo), fui a la habitación del hotel y me puse a investigar a ver que podía hacer. Lo primero que me vino a la mente fue;  escribir y ver una película. Pero, ni escribí, ni  vi   una película.  Fui al gimnasio del hotel, luego salí a cenar y antes de dormir fui al spa y me relajé con un masaje. Así sin más,  era media noche y la llamada de recepción para despertarme sonaría a las 5am (era la primera vez que pedía que me despertasen, no podía arriesgar más).  Corriendo me lancé en la cama y dije: por fin estoy en la cama, buenas noches (vamos para no perder la costumbre igual que todos los días).

Aterricé en Madrid, descansada y feliz. El sol brillaba después de una semana de bajas temperaturas. Así que Marisol, había traído el sol a Madrid.

No había tiempo que perder, así que no pasé a dejar las maletas por casa de mi amiga, decidí ir directamente  a sentarme en una terraza al sol con una copa de vino tinto. Estaba en Madrid, no había ningún motivo para quejarse. Esperé  a mi amiga para comer, nos habíamos visto hacía pocos meses y quien nos iba a decir que volveríamos a vernos en Madrid.

Después de comer, fui a renovar mi pasaporte y ya que estaba también renové en DNI español. Cuando todo estaba solucionado, mi maleta y yo nos dimos una vuelta por Madrid. No pensaba subirme a un taxi o autobús  de no ser que fuese extremadamente necesario.  Me perdí callejeando por ciudad, paré el reloj, el tiempo, el mundo se detuvo. Caminar, caminar y caminar, sabiendo que todos los caminos llevan a “Roma”. Esa son las cosas que echo de menos, perderme caminando por la ciudad.

Por supuestísimo, yo caminaba con botines de tacón, pero decidí entrar a El Corte Ingles  (visita obliga siempre en España), y me cambié de ropa. Me puse un vestido y mis botas UGG, ande yo caliente ríase la gente. Mis amigas no iban a reírse pero seguro que hacían el comentario: ¿Tú sin tacones?. Y así fue. Me cuesta bajarme de los tacones, pero ya voy comprendiendo que hay zapatos para toda clase de ocasiones. Me cuesta entenderlo, pero poco a poco voy haciéndome a la idea.

Me paseé por las calles del centro, y a la hora del aperitivo fui a Platea, donde esperé a una amiga con una copa de vino tinto.

Platea en un antiguo teatro del barrio de Salamanca, que lo han convertido en un “mercado” de bares, donde puedes degustar la mejor gastronomía española e internacional, acompaña de vino, cerveza o típicos licores y cócteles de todo el mundo. Todos los días hacen una función, ya sea algún grupo de música, concierto de música clásica, monólogos e incluso Djs.

Fue muy gracioso cuando me di cuenta que el camarero me había dejado la botella de vino entera en la mesa, cuando solo había pagado un vaso de vino. Le pedí al camarero, si podía darme el tampón de corcho de la botella de vino (colecciono corchos desde que salí de España hace 9 años, el primer corcho fue en Roma, antes de entrar al teatro a ver La Malattia dell’amore, en 2011), y ya que estábamos una foto de la botella, para dejarla registrada en la aplicación vivino.

Cuando me di cuenta, me levanté y busqué al camarero. No le encontré, no solo por la gente que había, sino que era incapaz de recordar su cara, típico de mí. Así que pensé que volvería. Y así fue, vino a preguntar si todo estaba bien y si estábamos disfrutando. Con mi sonrisa le dije: Tengo algo que contarte, he pagado una copa de vino, pero me has dejado la botella entera. Me miró y dijo: Por simpática, buena y guapa tu copa no puede estar medio vacía. Me llenó la copa de vino y se llevó la botella con una sonrisa.

Fuimos al restaurante La Máquina dando otro paseo, donde habíamos quedado con otra amiga, para cenar.

La Máquina es una cadena de restaurantes que su historia de remonta a casi 100 años atrás, aunque el primer restaurante llamado la Máquina se abrió en Madrid en 1982.

La Máquina de Jorge Juan está situada en el barrio Salamanca, un antiguo palacete de 4 plantas en la esquina del callejón de Puigcerdá. Un especio elegante y chic, donde predominan los materiales nobles, la forja y el ladrillo visto. Su pavimento, donde miles de personas lo han pisado, una cerámica negra desgastada con una cenefa blanca con adornos rojizos, del color del buen vino tinto.

No habíamos reservado, nos apetecía una cena más informal y al mismo tiempo en un ambiente distendido, aún estando el restaurante que no cabía  ni un alfiler  nos hicimos con un hueco en la barra.

Una barra elíptica de color negro elegante con su adorno de color roble donde degustamos raciones, tapas y pinchos acompañándolos con un buen vino.

Después una buena cena hay que tomarse un gin-tonic, o dos, o tres. Fuimos a un local de copas cercano, a unos 300 metros caminando. Y conseguimos otro hueco en la barra y otro para mi maleta (aún seguía con mi maleta a cuestas).

Recordamos viejos tiempos, de cuando vivíamos en la India, de como nos conocimos, de los momentos vividos allí y de cuando nos fuimos cada una de nosotras de ese lugar tan especial, Mumbai.

Al tercer gin-tonic, empezamos a hablar de la situación de España, de Madrid y de las nuevas generaciones de jóvenes y no tan jóvenes. Algo había cambiado y daba pena. Estábamos en un local que se respiraba muy buen ambiente,  decoración de diseño, buen servicio, buenas copas, y una música de las que no puedes dejar de escuchar, cantar, bailar y recordar momentos. Habían muchos más hombres que mujeres (raro en estos tiempo que corren), la mayoría de los hombres no tenían ni una copa en la mano, porque las tenían ocupadas con el móvil. Me dio mucha rabia ver aquella situación, y ver como la gente ha perdido el disfrutar del momento, el aquí y ahora. El descubrir a quien tienes al lado, el mirar a los ojos, el tocar, el acercamiento.

De repente eran las 3 de la mañana y como buenas amigas, hasta el final. El local de copas cerró y marchamos a casa.

Desperté, abrí los ojos, no veía nada, estaba confusa, no sabía donde estaba, todo oscuro. Reaccioné rápido, estaba en España y sonreí. Siempre me pasa lo mismo el primer día en España, cuando vives fuera te olvidas que el resto del mundo no sabe lo que son las persianas, lo que es despertarse y no ver ni un mínimo rayo del sol, de luz y que antes de dormir no tienes que estar revisando todas las cortinas de la casa e intentando cerrarlas bien para que no entre nada de luz, y cuando despiertas te das cuenta que fue una misión imposible. Aunque tengo que reconocer que a mi no me importa que entre un poco de luz, porque la luz es vida.

Nos pasamos 3 horas desayunando en la cocina, no pudieron faltar las tostadas de diferentes clases de panes con aceite de oliva. El olor y el sabor del aceite extra virgen de oliva, no lo puedo olvidar nunca y tal vez sea porque esté donde esté, y allí donde me encuentre en mi casa nunca faltará  un buen aceite de oliva y a poder ser de España, de nuestros campos, de las aceitunas de los oliveros de mi papá que cuida con tanto amor, para que nunca nos falte una gota de buen aceite de oliva.

Entre tazas de café, nos dimos cuenta que era hora de ponerse a vestirse y  salir de casa, aunque llovía, nada ni nadie impediría que saliésemos a dar una vuelta y tomar un buen vermut.

Dimos una vuelta por la calle Fuencarral, que es eje central de una gran zona comercial entre el barrio de Malasaña y Chueca. Una de las calles más cosmopolitas y diversas de la ciudad, el sitio perfecto para ir de compras.  Pero lo que mucha gente no conoce es que en las calles perpendiculares a esa calle comercial se encuentran bodegas,  donde puedes saborear uno de los mejores placeres de la vida, la gastronomía española, con una buena copa de vino o una cerveza bien fresca.

Nos adentramos por la calle Colón hasta encontrarnos en la puerta  de la Bodega de la Ardosa.  Las bodegas Ardosa, son una red de bodegas que podemos encontrar por toda Madrid, la pionera y por ello

la más antigua es la de la calle Colón, n.13, inaugurada  en 1892, la misma donde nos tomamos el primer vermut.  Cuantas historias vividas, cuantos recuerdos  abrían entre esos azulejos de más de un siglo. No podía estar más emocionada imaginándome historias e historias, anécdotas e anécdotas, en aquel lugar, y yo ahora formaría parte de la historia.

Ya que estábamos  íbamos a hacer las cosas bien hechas, así que comimos unos callos madrileños con una buena copa de vino tinto. ¡Salud y buen vino!

El segundo vermut nos lo hicimos en la bodega vecina, Casa Baranda, esta vez acompañamos la copa de vino con jamón serrano y queso.

Cuentan las leyendas  que Paco Manteca el fundador de Casa Baranda en 1919, era nieto de “Goyito”, al que llamaban así por que se decía que era hijo legítimo de Don Francisco de Goya, el gran pintor español y de una criada vecina del mismo barrio.

En 1970 Casa Baranda adquirió la Bodega de la Ardosa. Ahora en 2020 ambas pertenecen al mismo dueño.

Eran las 5:50pm, hora de volver a casa. Tenía que pasar a por la malleta y marchar al aeropuerto, pero no antes de comprar Jamón Serrano y queso para llenar la maleta medio vacía que llevaba. Lo más importante es que me llevaba conmigo, una anécdota, un viaje, una historia y el cariño de mi gente. Y por supuesto cultura.

Aprovecha las ocasiones extraordinarias sean como sean para aprender, para conocer te a ti mismo un poquito mejor y para enriquecerte de saber.

Aquí os dejo unas imágenes que continúan escribiendo la historia de un lugar, de un hogar de la mejor forma que es con amigos, con familia.

Propósitos para el 2020.

 

Como buena y ejemplar española que soy, a mi eso de volver a casa por Navidad, me encanta. “Vuelve  a casa vuelve, vuelve a tu hogar, que hoy es noche buena y mañana Navidad”. No tengo claro si de verdad hago esto porque quiero o porque desde pequeña lo he escuchado, tal vez porque  nuestra sociedad así nos lo dicta, pero a mi me encanta  abrazar a los míos en Navidad.

Aunque también tengo que reconocer que me encanta viajar y conocer otros lugares en Navidad, otras culturas, envolverme y abrazarme al hogar de otras familias. Así que no se como me lo monto, pero siempre lio una de las mías, para que mis Navidades sean un poco diferentes.

Este año  y por primera vez en mis 9 años  fuera de España, compré  el billete de avión con 3 meses de antelación para ir a casa por Navidad. En circunstancias normales lo compro a última hora pagando más hasta incluso el doble. Me lío y me lío y al final la lío.  Mi vuelo era del 20 de diciembre al 4 de enero. Navidad y Nochevieja en casa.

Yo tenía la mosca un poco detrás de la oreja, y por si acaso; me preparé por sí volvía antes. En mi casa se quedaban los padres de un amigo que habían venido a visitarle por Navidad (me encanta dejar mi casa cuando no estoy, pienso que es muy acogedora, y como yo nunca estoy, que la disfruten otros). Así que tenía que pensar un poco más para preparar la maleta y si volvía antes no pasar por casa.  También hablé con una amiga (tengo una copia de las llaves de su casa), en caso de volver antes me quedaría en su casa ya que ella no volvía hasta el 6 de enero. Hablé con mis mejores amigos que se quedaban en la ciudad para saber posibles planes para Nochevieja. En el trabajo, no era el mejor momento para  coger vacaciones, ya que estábamos en el estrés de la entrega de una obra, un hotel de 189 apartamentos (nada de habitaciones solo, sino con cocinas y algunos de ellos con 2 habitaciones).

El tren llegaba con 20 minutos de retraso a la “terreta” y me estaba poniendo nerviosa. Llevaba más de 30 minutos ansiosa, pegada a la puerta. Quería llegar a casa, abrazar a los míos. El tren se detuvo, abrí la puerta y salté al andén de la estación de Castellón de la Plana

Empecé a mirar a la derecha e izquierda, de repente escuché: Tía, tía, tía Marisol!. Miré  hacia arriba y allí estaban mis dos sobrinas esperándome. Ellas habían llegado la noche anterior desde Bangkok. Cuando nos abrazamos, sentí que el mundo paró.

Las Navidades fueron geniales como siempre, abrazos, besos, risas, comida, bebida y mil y una historias para contar. Y me dieron la luz verde para poder volver al lugar donde vivo. Me faltaron piernas y alas, para salir corriendo y volar. La Navidad con familia y la Nochevieja con amigos.

Hasta los 20 años pasé la Navidad en mi pueblo, Nules. Después de las 12 campanadas y las uvas, nos escapábamos a los pueblos vecinos. (Cuando digo que nos escapábamos, no me refiero sin permiso de los padres. Mi padre me decía: Hija, papá  te lleva y te recoge donde tu quieras y a la hora que quieras. Y yo encantada! Eso sí, el pobre tuvo que aguantar de historias y anécdotas, que seguro que aún se ríe).

Después de los 20 años he pasado Nocheviejas en: Valencia(2), Madrid, Benidorm, Almansa, Alcudia de Veo, Alicante, Barcelona, Granada, Cuenca, Nueva York, Londres, Alpes Italianos, Roma, Mumbai, Bangkok, Dubai, Abu Dhabi y Nules (2).

El 30 de diciembre a las 5am aterricé en Dubai, justo para llegar a casa (casa de mi amiga), darme una ducha de agua fría y estar en el trabajo a las 8am. Normalmente, así lo hago, pero cuando vi la cama, me lancé sobre sobre ella y dije: mundo párate.

Dormí 2 horas para cargarme de energía. Llegué al trabajo a las 10am y salí a las 5:30pm. La casa de mi amiga esta más lejos del trabajo que la mía, así que debía calcular tiempos si quería cumplir con mi agenda.

Hacía unos meses había conocido a un chico, y me había invitado a cenar ya que había vuelto antes a la ciudad y así despedíamos el año, para volvernos a ver en el año nuevo, 2020. Yo estaba agotada, pero estaba segura que si no aceptaba esa cena, seguro que otro plan salía. Mi madre siempre me dice: Marisol, da oportunidades a los chicos de conocerte y de conocerlos. Así que acepté la cena.

Llegué a casa mi amiga, me dí una ducha y salí hacia mi casa a ver a los padres de mi amigo. Estaba deseando abrazarles.  Dar golpecitos a la puerta de tu casa para que te abran, es algo extraño, pero me encantó. Nos fuimos a tomar un aperitivo con unos amigos. Os llevo al aeropuerto el 1 de enero, les dije.

Llegué 1 hora tarde a la cena, cosa que no suelo hacer, pero hay veces que las horas no dan para más. Fue muy divertido cuando me dijo: he elegido este restaurante porque así los 2 podíamos venir andando o con taxi. Yo sonreí y le dije: yo he venido con coche. ( y pensé: si yo te contase…).

Como era de esperar no llegué a casa a media noche como cenicienta. Por la mañana cuando sonó el despertador me dije a mi misma: yo hoy me quedo en casa. Y una voz interior me dijo: eso no te lo crees ni tú.

Me preparé  la bolsa y la metí en maletero del coche, así al salir del trabajo conduciría de Dubai (desde Deira) a Abu Dhabi. My jefa nos dijo que podíamos irnos a medio día. A mi me gusta trabajar el 31 de diciembre, todo el mundo esta feliz esperando la llegada del año nuevo. Al salir del trabajo,  pasé por mi casa para coger los zapatos de tango, no había planeado que bailaría tango aquella noche.

Paré a poner gasolina y pillé  un café. Si alguna vez habéis parado en la gasolinera de camino a Abu Dhabi a la salida de Dubai, habréis comprobado que el café se puede tomar casi cuando estáis llegando a Abu Dhabi. No entiendo como un café lo pueden hacer tan caliente, más que en la India. Y aún sabiéndolo y parando siempre en la misma gasolinera, yo me quemo siempre la lengua.

 

A mi me encanta conducir, me relajo, pienso en mis cosas, canto, puedo hasta escuchar la misma canción 10 veces seguidas, intento solucionar yo sola el mundo y me cuento historias a mi misma, que yo he vivido. También escribo mentalmente mi libro o dejo jugar a mi imaginación. Cuando voy acompañada  hago lo mismo, pero disimulo para que nadie se de cuenta.

Por fin llegué a la casa donde iba a pasar la primera noche del 2020. Deseaba aposentarme en mi habitación y descansar hasta la hora de aperitivo. La dueña de la casa y otra amiga me recibieron con abrazos y me dijeron: vamos al supermercado a por unas cosas que faltan. Vamos con tu coche.

Esta claro que la palabra descansar, no existe en mis planes de vida. Al volver del supermercado les dije: voy a descansar un rato, nos vemos para el aperitivo. Cuando digo descansar no me refiero a dormir, sino a tener tiempo para mí, para estar sola. Necesito 2 o 3 horas, con eso es suficiente para estar otra vez cargada de energía.

Llené la bañara  y me relajé un rato. Luego me prepare con toda la tranquilidad del  mundo. Me seque el pelo, y me maquillé  con mi nuevo estuche de maquillaje que había traído desde España. Me senté en el suelo, encima de una alfombra que parecía tener una historia, tal vez venía de otro país. Me miré al espejo y me dije a mi misma: tus ojos brillan de felicidad. (Entre nosotros, mis ojos cambian de color y siempre brillan; unas veces de felicidad y otras porque están cansados. Ese día brillaban de felicidad).

A las 7pm, hora del aperitivo yo estaba perfecta y con una copa de vino tinto entre mis manos.

La cena, mejor os dejo aquí unas imágenes, porque como bien dicen: una imagen vale más que 100 palabras.

 

Media noche nos anunciaba el Burj Kalifa con un “Happy New Year  2020” y fuegos artificiales. Uvas, Champagne, Tiramisú, serpentina y  abrazos. Nos abrazamos alrededor de una preciosa mesa de madera, con unas molduras talladas con mucha delicadeza. (Tengo que nombrar las nacionalidades alrededor de la mesa. Egipto (2), Francia, Alemania, Italia, Rusia, Grecia, Polonia y España. Quien me iba a decir a mí que después de 10 años de aquella noche sobre ruedas yo estaría celebrando la entrada del 2020, en Abu Dhabi. Mi primer mensaje por whatssap: Feliz ano nuevo, linda! Que bailes para mí también.

Como la tradición manda y como buena española que soy, esperé a que fuese año nuevo en España. Conseguimos poner en la TV las campanadas de la Puerta del Sol en Madrid. Yo estaba ilusionada y les expliqué  a todos la tradición de las de las 12 campanadas y las 12 uvas de la suerte.

Antes de empezar a hablar de las campanadas y las uvas, voy a hablar del reloj más famoso de España.

El actual reloj está situado en la torre del edificio del Gobierno en la Puerta del Sol. El reloj tiene 4 esferas, cada una de ellas situada en una cara de la torre. Las esferas son redondas, blancas con 2 manecillas. La peculiaridad de este reloj hablando de estética es la numeración Romana que se deja ver en color negro elegante. Si no lo habéis hecho aún, fijaros en el numero IIII (IV). (Sí, toda la vida en el colegio nos han hecho escribir el numero IV con un palito delante del V y tenemos el reloj, que es un icono en España 153 años que tiene IIII).

Cuentan las leyendas que esto es debido a estética, otras que fue un mandato de los ingleses, también los suizos tuvieron algo que ver. Y también que la enumeración etrusca son  IIII (con 4 palitos). También hay una leyenda que al parecer  hasta la edad media los Romanos usaban IIII en vez de IV debido a que estas dos letras son las primeras de la palabra IVPITER, el máximo dios de los romanos, por lo que se consideraba una blasfemia utilizar las iniciales de su nombre.

Volviendo a la historia de España, antiguamente había un reloj en la iglesia del Buen Suceso. Un reloj que nunca marcaba bien las horas, se adelantaba y atrasaba, así que nunca se sabía si ese reloj marcaba la hora exacta. Cuando la iglesia se derrumbó se colocó un reloj nuevo en la torre del edificio del Gobierno. Este tampoco daba nunca la hora exacta. (Yo creo que ya ha quedado claro la impuntualidad de los españoles. Si nuestro reloj mas famoso nunca iba a tiempo, pare que teníamos que preocuparnos nosotros de la hora). En estos tiempos que corren todos tenemos relojes, pero en aquellos tiempos no todos podían tener relojes, por eso la importancia de tener campanarios y relojes en las torres.

Debido a las críticas e incluso chistes que se hacían sobre el reloj; el relojero Losada empleo 3 años de su vida para construir el actual reloj y donarlo a la ciudad de Madrid. El reloj se inauguró el 19 de diciembre de 1866, concediendo con el cumpleaños de la Reina Isabel II.

Al actual reloj le ha pasado de todo, pero siempre a dado las horas puntuales. En 1962, paso a ser un icono para todos los españoles con la transmisión de las campanadas de fin de año por la televisión.

Volviendo a la preparación de las uvas para la entrada del 2020, les expliqué que primero tocaban los cuartos para prepararnos y que luego 12 campadas donde en cada una de las campanadas tomaríamos una uva, coincidiendo la última a media noche anunciándonos el año nuevo 2020. Yo os diré cuando tenemos que empezar, les dije.

Ahora viene la parte divertida. Los cuartos empezaron y de repente dije: ahora! Yo no se que escuché, pero de repente dije: no, no…parad! Aún no eran! Coged mas uvas! Ahora! Todos me miraron sin decir nada pero tengo claro que en sus pensamientos había algo así: esta tía es tonta. La lié, esta claro, pero fue divertido.

El resultado como era de esperar, unos las terminaron antes, otros las metieron en la boca todas sin comerlas, otros no llegaron, otros se rindieron a la tercera, otros las escupieron….vamos lo típico de las 12 uvas de la suerte!

Por la mañana me desperté temprano, me arreglé y preparé un café para conducir de Abu Dhabi a mi casa para llevar a los padres de mi amigo al aeropuerto. No pensaríais que yo e iba quedar en casa y en la cama el 1 de enero. A mi se me metió en la cabeza llevarles al aeropuerto y les tenía que llevar.

Otra vez golpeé la puerta de mi casa para que me abriesen y allí estaba la familia al completo y yo feliz, porque como la tradición manda (mi tradición), empezaba el año con otra familia, otra cultura. Más feliz que una perdiz.

Les dejamos en el aeropuerto y por supuesto nos despedimos abrazándonos y haciendo planes para vernos pronto.

Le dije a mi amigo que condujera él y que se dejase  en casa que yo no iba a la mía, me quedaría en casa de mi amiga unos días.

Se nos ocurrió hacer la lista de los propósitos para el 2020 de camino del aeropuerto a casa.

Yo había empezado a correr y sorprendentemente lo estaba haciendo muy bien, consiguiendo unas marcas que nunca antes había conseguido. Y una de las cosas que quería hacer en el 2020 era correr  un maratón.  Hacia semanas que le daba vuelta a un maratón muy especial, dicen que uno de los más complicados, pero que la experiencia lo vale, que es incomparable, inolvidable y en uno de los países en mi lista por visitar.

Cuando llegué al número 6 de la lista le dije a mi amigo: No se si lo haré  este año o el próximo; quiero correr el maratón de la gran muralla China. Mi amigo me miro y dijo: yo también, hagámoslo juntos.

Al llegar a su coche bajamos los dos del coche y nos dimos un abrazo de eso que le dices al mundo: párate ahora. Y un millón de buenos recuerdos empezaron a aparecer por mi mente, buenos recuerdos, buenas sensaciones, viajes, bailes, reuniones con amigos, visitas de familia, momentos buenos de trabajo, todo el 2019 lleno de momentos precisos, inolvidables. La misma sensación que tuve cuando corrí los 10km en el Dubai donde conseguí una marca muy buena.  DUBAI RUN 30X30 ON SHEIKH ZAYED ROAD. Entonces dije; sí vamos a correr el maratón de la gran muralla China. (Claro ahí está, yo no tenía ni idea de lo que estaba pasando en el mundo, de lo que iba a pasar).

Me quedé unos días en casa mi amiga, me daba una pereza enorme hacer la maleta. Yo no se vosotros, pero yo soy una de esas personas que cuando abre la maleta y empieza a sacar cosas, luego ya no puedo volver a cerrarla.  Es todo un misterio, da igual que me prepare una bolsa para una noche, una mini maleta para un fin de semana o un maletón para viajar e incluso con la bolsa de la playa me pasa lo mismo. Un misterio que nunca entenderé.

Todos mis amigos volvieron a la ciudad después de las vacaciones de Navidad. En la zona que vivo no tengo muchos amigos, pero tengo un ex compañero de trabajo, amigo y él que me motiva a correr o mejor dicho el que me empujó a correr mis primeros 10km en una carrera oficial y quien ha confiado en mi desde el primer momento.  Así que cuando me dijo que había vuelto, salté en su casa.

Cuando digo salté es más o menos así, me explico: Cada uno tiene su plan de entrenamiento y cuando cuadramos en agenda salimos a correr juntos,  y otras veces nos pasamos  los resultados. Así que muchas veces en vez de estar delante de la pantalla chateando me paso por su casa a cenar. Normalmente me pido comida desde mi casa y la envío directamente a su casa. Llegué a su casa (que aunque esté  cerca, para acceder a ese apartamento tienes que subir unas escaleras pare llegar a una especie de plaza con unas fuentes, caminar unos 300m hasta llegar a las torres, tienes que pasar la barrera de seguridad, donde piden el documento de identificación, llaman al apartamento para que te abran y luego accedes al edificio, donde tienes que subirte en un ascensor y luego cambiarte a otro, donde nos encontramos a otra persona de seguridad que apunta tu nombre, teléfono y hora de llegada en una libreta. Y luego ya puedes acceder al ascensor que te lleva a un pasillo larguísimo  con no se cuantos apartamentos.

Me encanta dar golpecitos a la puerta para luego abrirla y decir: aquí esta Marisol.  Lo primero que hago es abrazarle y decirle: tengo un pequeño problema. Esa vez le abracé  y le dije: ha llegado mi comida? Tengo mucha hambre.

Hablamos de las vacaciones, viajes y planes para el 2020. Le dije que quería ir a correr el maratón de la gran muralla China y me dijo: yo voy contigo.

Perfecto, tenía a dos chicos guapos y atletas que querían venir conmigo.  Ahora tendría que elegir o iríamos los tres?.

Empecé a informarme de todo, me puse en contacto con la agencia organizadora Albatros, también con una agencia en Italia y otra  en España.

Me puse en contacto con una chica española que corre maratones y desde hace poco vive en la ciudad, pero me dijo que no tenía ni idea de ese maratón. Lo mejor de todo que a raíz de esa conversación, empezamos a correr juntas. Calzarnos las “zapas” y salir a correr había empezado a ser una de mis prioridades.

De repente empecé a ver más las noticias sobre lo que estaba pasando en China. Y  me dije a mi misma: no me puedo creer lo que esta pasando.

Una semana más tarde recibí un email que se cancelaba el maratón. Así que tenía que encontrar otro maratón para el 2020.

Unos días más tarde habían  cancelaron todos los maratones de la organización.  Mis ojos y orejas se abrieron, algo me decía que se venía una muy grande, que se avecinaban cambios.

El maratón de la Gran Muralla China empezó en 1999 y en enero de 2020 se cancelaba por primera vez en la historia.

El 2020.

Aquí tenéis un borrador de lo que puede ser un capítulo para mi libro, donde los protagonistas sois vosotros. Espero que lo disfrutéis, os divirtáis y os encontréis entre estas líneas. Y sí aprendemos algo de todo esto…aún seré más feliz.

El 2020; un año muy esperado para mi. Hacía 10 años que lo soñaba.

Una tarde de invierno del 2010, patinando por la playa de Nules con una amiga   ( aquel año nos dio por subirnos sobre patines de línea) le dije: no sé lo que va a pasar durante los próximos 10 años, pero algo dentro de mi me dice que voy q tener muchas historias para contar.

Nunca olvidaré aquella noche estrellada de invierno; cuando cruzábamos uno de los pasos de peatones del cruce de los cuatro caminos del estanque de Nules. (L’ Estany o els patos; como lo llamamos en mi pueblo).

Hacía pocos meses que había vuelto a casa después de mis años de la universidad en Valencia y mis tres años trabajando más al sur, en Benidorm. Yo estaba inquieta ( como siempre ) y quería un cambio, aunque había estado diez años fuera de casa. Deseaba viajar por todo el mundo, aprender idiomas, trabajar en obra en diferentes países, y como no, encontrar el amor de mi vida ( eso sí, tenía que ser en el 2020, porque me había empeñado en hacer mi camino ), casarme en el 2020 y tener un hijo antes de los 41           ( porque mi abuela parió a mi madre a sus 40 años y yo quería ser como ella ). Ah! Y comprar una casa en Benidorm o Valencia en España o tal vez en Italia, que tampoco tenía claro sí Milán o Roma.

No voy a entretenerme mucho contando detalles de los pasado 10 años ( eso son otros capítulos y muy muy largos), voy a centrarme en el 1 de enero del 2020 hasta estos tiempos que corren ahora.

Media noche nos anunciaba el Burj Khalifa con un “ Happy New Year 2020” y fuegos artificiales. Uvas, champagne, tiramisu, serpentina y abrazos. Nos abrazamos al rededor de una mesa de centro redonda, de madera oscura y con molduras talladas con mucha delicadeza.  No puedo dejar de contaros las nacionalidades que nos abrazábamos; Egipto (2), Francia, Alemania, Italia, Rusia, Grecia, Polonia y España. Quien me iba a decir a mi que después de 10 años de aquella noche sobre ruedas, yo estaría celebrando la entrada de 2020 en Abu Dhabi. Mi primer mensaje por whatsapp del 2020: Feliz Año Nuevo, linda! Que bailes para mi también.

Hoy 17 de marzo he empezado a escribir este relato y la simple razón es porque necesitaba meterme en mi mundo y olvidar todo lo que estaba sucediendo a mi alrededor. Como buena piscis que soy ( y muy orgullosa de ello), soy una soñadora y tengo mucha facilidad para pasar de este mundo a “mi mundo”. Aunque tengo que reconocer que esta vez me ha costado muchísimo, pero o volaba a mi mundo o me iba a gastar todos mis ahorros en visitas al psicólogo ( virtuales en este momento). Ya sabéis bien quien es el culpable de todo esto; el Coronavirus.

La mayoría de vosotros estáis en casa o por voluntad propia o porque así os lo han impuesto, sin más ( no voy a entrar en un debate, ya que bastante tenemos estos días) y a otros nos taca ir a trabajar, a los que trabajáis en sanidad aún con más peso sobre las espaldas. A mi me toca trabajar a pie de obra, mis 10 horas al día y luego me voy a casa    ( en mi caso por voluntad propia o porque el mundo nos lo está pidiendo ).  Tal vez porque yo misma necesitaba pararme y pensar. Ya sabéis que hasta que no nos hacen pararnos a la fuerza es muy difícil.

Así empezaba mi día:

Marisol; no voy a ir a trabajar. Estoy enferma del estómago y el médico me ha dicho que me quede en casa hasta que me recupere…Marisol; me pasaré por la oficina en un par de horas…Marisol; sigo enfermo. Espero poder ir mañana a la oficina…Marisol, bloquea ese pensamiento. Solo piensa ahora y aquí…Chicos; mi novio está en el hospital con Coronavirus… Marisol; te envío un vídeo de como no tocarse la cara mientras trabajas delante del ordenador…Marisol; gracias por felicitarme el cumpleaños…Marisol; ha muerto un chico de 21 años en Malaga…Marisol; lo siento tenemos que cancelar la clase de piano hasta el 31 de marzo…Marisol; ¿Cómo sigue tu trabajo? Tu jefa no me ha llamado para la entrevista…Marisol; usa esta situación para sacar lo mejor de ella, lo mejor de ti. Tú sabes hacerlo. Todo pasará…Marisol; una buena noticia: he superado el periodo de prueba para mi empresa…Marisol; “ el ocio sigue en casa”, por sí te aburres…Marisol; yo me he encerrado con unas amigas en una casa en la montaña. vamos a cocinar, beber, deporte, sol. ¡Estamos encantadas!…Marisol; te paso los ejercicios para hacer en casa. Tabata y rutina…Grupo de tango; vídeos para practicar tango en casa….Marisol; yo he pensado ir a la playa a leer un libro aunque sea sola. Estás más que bienvenida… Marisol; en España 500 muertos, Italia hoy solo 400 muertos. Las fronteras europeas están cerradas…Marisol; envíame un vídeo para la tía que hoy cumple 91 años y se alegrará mucho de verte…Marisol; ¿Crees que esto está bien? Hoy es el primer día que las niñas no van al cole y les han puesto muchas tareas para estos días…Marisol; me han despedido del trabajo…Marisol; ¿Te puedo llamar rápido?. Así escucho tu voz…Marisol; cuando nazca la niña visitas 0…Marisol; te importa que te llame otra vez más tarde. Voy a jugar a tenis. Clandestino…Marisol; son las 8pm me voy a aplaudir al balcón…Marisol; te dejo que tengo a mi marido discutiendo con su madre porque va a Mercadona todos los días…Marisol; ¿Tú crees que es normal que mi marido no haya tenido tiempo de tirar la basura?…Chicas; yo uso gym virtual…Chicas; yo hice una clase ayer con el niño…Chicas; os dejo que ahora va a subir mi hijo a la bici…Chicas; ¿Tenéis bici?…Chicas; la mía tenía telarañas de no usarla…Chicas; yo la vendí y ahora la echo de menos…Chicas; la mía la tiene mi hermana, a ver cómo hago ahora para recuperarla…Chicas; nosotros hacemos hasta el vermut. Jamón serrano y cerveza…Chicas; está lloviendo. Así que como la tradición manda: sofá y manta…Chicas; yo loca trabajando desde casa y los 2 niños por aquí. Ni tiempo de leer whatssap …Chicas; pues a hacer más niños y traerlos al mundo…Grupo de Asado Argentino…chistes sobre el Coronavirus con humor argentino copiados de los italianos y españoles …Marisol; ahora por fin te tenemos controlada.Sabemos donde estás. O en el trabajo o en casa…Marisol; estaba descansando. Luego te envío una foto…Marisol; te escribo para saber como estás tú y tu familia. Vamos a estar más en contacto estos días. Abrazo virtual!

Aquí detrás de estas líneas aún hay más historias, más mis historias de trabajo, más mis propias historias, más leer noticias en 4 idiomas ( valenciano , español, inglés e italiano). Estos días he estado cerca de tener un ataque de nervios, me estaba costando mucho adaptarme a esta situación y por fin he tomado las riendas de mi vida; he decidido meterme en mi mundo y escribir.

Ahora es la 1am y mi despertador suena a las 7am, solo dormiré 6 horas, pero me acabo de dar cuenta que no me importa; porque estoy leyendo estas líneas ahora con una sonrisa y doy gracias por teneros…eso sí, ¡Aquí cada loco con su tema!

No dejéis de enviarme cosas y contarme anécdotas, de hacerme compañía. Vamos a escribir un capítulo más de mi libro y lo tenemos que cerrar con un final feliz.

Cuidaros mucho y a ser buenos…¡Os quiero! ❤️

Goa, India. Diwali.

13th of November of 2012, Diwali.

 

I was almost 2 months in Mumbai, India and I felt the urge to take off from the city and to breathe.

My Indian friend suggested we go to Palolem together; we were gulping a couple kingfishers when we planned it.  But I couldn’t make it as well I was busy with my business.

Diwali was coming and a couple of days off too.  (Ummmm). Listen to me; I would like to take a couple days off and to go to Goa in Diwali. You just are in Mumbai 2 months. And you need to escape already?!  Yes, I need. Well, take your computer with you and spend all time that you need in Goa. But, come back! He said.

I booked the flight from Mumbai to Goa, just one way, I would arrive for the fireworks in the middle of the Diwail festivity. Goa is state in western India with coastlines along the Arabian. It was a Portuguese colony prior to 1961.

I was excited, my first trip in India alone, and I couldn’t wait for all my adventures. I wanted to experience a real adventure in India.

I landed in a small airport. There were different options to reach Palolem; taxi, sharing taxi, bus and local Bus.

What I did? I took, 2 busses and a rickshaw to arrive there, with my broke English.

 

My trip started at noon and I reached to my destination at midnight. Of course, as well I wanted to live an adventure. I didn’t book  a hut.

The rickshaw dropped me in front of an arch with a sign, welcome to Palolem. I was there at least. I found it.

Next step was to find a place to sleep on the first night. It was dark or I saw everything dark that night. Suddenly a “millions Brokers” rushed on me like crows. Room? Room? Room? I had read a bit about Palolem and the situations that I could find there, so I skipped them and I walked along the dark beach. I couldn’t see the stars that night. There were, but not for me at that moment.

Following the recommendations read I saw a couple places to stay. I wanted to cry, everything was dark. I chose a no luxury hut, I couldn’t imagine it would be my place for a week.

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After a cold shower and clean clothes, I was ready to explore the area and to have a cold beer. (well, to have a cold beer was difficult in India. The waiter always makes you touch the bottle & see if it is cold enough for you. It never it).

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I went to bed without speaking to anyone, but I was with my Blackberry  talking to my sister. She was with me.

I went to bed without speaking to anyone, but I was with my Blackberry  talking to my sister. She was with me.

I couldn’t sleep well due to the cold, mosquitoes and the sound of the waves. I deiced start the day very early and see how that amazing beach that everybody talks about it was.

My life changed, I was in Paradise.

 

After my first morning walk between the turquoise, blue sky, light sand and the green of the palms I had my breakfast.

I had my fill and returned to my place to ask if I could get another hut with a bigger mirror. I got it!

 

Then I went for another walk. Suddenly I dash into 2 girls, of course Spanish. I was safe!  They were leaving for another village and agreed to meet for dinner next day. The plan was made!

What to do then? The best option was to buy a book and read. I was surfing in the library and I chose a book that I had read before, but this time in English. I have to say that the first time that I read it, it was winter of 2010 and 2 years later was time to remember it, but it was different, my life was better than that book and my book will be much better. That is my hand opinion.

At sunset the fishermen came back to the cost to sell the fish in the night fish market around the beach next to the fire.

 

The setting sun gave way to the moon and the stars in the sky.

The 2nd day in Palolem was like the day before; morning walk, sun, beach, writing, reading…

As we said went met, we had dinner together.

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The 3rd day I woke up with a sweet breakfast, crepe of Nutela and banana.

 

We decided to spend the day in another beach, Agonda. It was just 15 minutes from Palolem by rickshaw.

We enjoy the day sharing stories, experiences, anecdotes and love stories, if we didn’t have enough we arrived back in Palomen  and had dinner.

17th of November is my brother’s birthday, I couldn’t do less than footprint a message on the sand.

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It was the last day of the girls and we spent the day together until sunset when they said: see you soon.

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As usual in Palolem I went for a walk in the morning, but I felt lonely, around sunset.

This is that happens when you travel alone, you can feel lonely but you are not.

On my last day I didn’t plan anything, just I wanted to be on my own and look around me. A group of people were playing cricket on the beach. As very usual in India, people play cricket.

Suddenly the ball landed in my towel. I took the ball and kept it in my hand. One of the non Indian guys came to me to take the ball. Sorry, are you okay?. I am okay, no problem. Are you Spanish? He asked.  Yes, I am. He told me: I will be back in a while.

When the game was over the guy came to me. Sorry to disturb you, are you alone? And we started a conversation. He is from New Zealand, he lived in Palma de Majorca for 5 years, and so we spoke in Spanish. He just got back home in New Zealand and he met the university friends in India after long time.

Then they invited me to see the sunset and to have dinner with them. Of course I accepted.

 

I was leaving for Mumbai the day after in the afternoon, so I told me thank you for the fenjoyable evening and I left to my hut.

There are a couple of tourist agencies with computers with internet. I went to pick the train ticket up from the agency, but I didn’t get. They booked a wrong train for me so, I couldn’t leave Palolem. What a pity! I would spend one more day in Palolem.

Suddenly in the middle of that situation the 3 guys got in the tourist agency, they wanted to connect on internet for a while. Hey, Marisol! What is going on? What time are you leaving this afternoon? I am not leaving today, this guy booked a wrong seat for me. I asked 2nd class sleeper with AC and he booked 3rd class non sleeper and without AC. OMG! Don’t take it! Of course, I won’t!

Listen, we are going fishing this evening if you want to join us, you are more than welcome. What time? I will be there!

 

After fishing I went to my hut, rested for a while had a relaxed dinner and the guys insist to see them again for a gin tonic, and joint them to say bye bye. That was an example of when you are travelling alone you should feel alone, just to enjoy your time and the rest will happen.

I closed the door of my hut leaving behind unforgettable feelings and moments. But my trip was not over yet. 2 busses and a 12 hours in a 2nd class AC were awaiting for me.

I was lucky, because after the mistake and my complaint the guy from the tourist agency gave me the best option possible in that train, a part of 2nd class with AC , He got me the last compartment where you just share it with another person, and was a girl too that joined me in the middle of that trip back Mumbai.

The first thing that you should do in a rare situation is to breathe and feel home. Make the place your place!

Riversong. India

The 1st trip.
My first day in Mumbai was very confused, but after my first experience in Hill road and already with mi business partner, things started to be clear. I am in India!
We went to have lunch in a Thai restaurant, lemongrass in Ambedkar road perpendicular to Hill road, place and street that I used a lot in my days around Mumbai.

We were around the table in the terrace without AC. You always can use indoors with AC and no smoking area or outdoor with fan and smoking area. He wanted to smoke and I hate AC. Outdoors, with pollution, and the acoustic “things”. You never know from where the mix of noise, sound, murmur, songs, music, bells, whistles, tweet, horns and muuuu… The rickshaws horns and the muuu from the cows, but the rest of the “noises” you just figure out with your imagination.

Water please. My lovely business partner ordered. For me too I said. The waiter came with a jar of water and ice. He filled our glasses. I couldn’t say thanks, why should I say thanks if he brought water from the tap and ice in India?! I looked at my business partner and said: I am not going to drink this water, not at all. Please, could you bring me a bottle of water, room temperature? And a glass without ice, thanks.

My business partner was laughing and told me: wooow! When you will speak a perfect English. This is going to be an amazing experience. Shut up! I said with a hostile face, with jetlag, sweating and inhaling the smell to the last monsoon. Ah! The smells in Mumbai, I will talk about that another day, but let’s say that is like the “noisy” you never know from where in coming the “smelly”.

Of course, no time to lose and time to make friends. He too is a people’s person. We mixed with local people and he prohibited me to interact with Spanish people. I will try. I said with a low voice and without promise anything.

It took me a month to be surrounded by Spanish. I didn’t do anything the river just brings me to them. An Indian girl (who my business partner introduce me the first week in Mumbai) told me: let’s meet for a drinks. What hard work, meeting for drinks eating for a drinks, but I said: Of course! She introduce me her Indian friends, and after the drinks, after party at home. You never know what is going on inside a Mumbai buildings , always there is a party… on the Grand floor, 2nd, on the terrace or maybe just in the common areas.

A week later she called: Come for a drink to Toto’s in Pali Naka (always Branda my neighborhood) and with an especial friend that I want to introduce you. Of course I went. There were there the lovely Indian girl and Spanish guy from Pamplona. After a couple of beers the Pamplona guy told me: there is a birthday party next week. We will be around 30 people, all mostly Spanish; do you want to join us? Of course!

 

Let’s get back to the first day; afterwards we met local people, we when to buy a couple things for the flat and my business partner fell in love with a black & white “folding sofa”. For what do we need that? I asked. You will see later. Friends, you can not imagine how useful that thing was, but these are the kind of details that I don’t have time to explain… I leave it to your imagination.

He dropped me home after my first day in Mumbai. Sleep well I will pick you at tomorrow at 8am, we are going for a business trip with a client to see land for a project. And he closed the door. That was all information I got. I opened the door and said; bring me a coffee!

I set the alarm at 7am, but I couldn’t sleep well, I was nervous, jetlagged, sweating, noise…..and the trip started at 8am with coffee.

I can’t explain that trip in a few phrases. I leave it to your imagination.

 

After that trip started my business life in Mumbai. I cancelled my Christmas trip to Spain that year because we were working on the Master Plan, our first QDesign project. RIVERSONG.

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Mumbai. 13th of Sep-12

Mumbai, 13th of September of 2012.

Don’t think that my English was amazing at that time, it was just basic we passed from 0 to basic in 5 months. Not bad, at all.

I was waiting out at the Mumbai airport. Where are you? Sorry dear. You can’t imagine how much traffic there is today in Mumbai. Come on! Where are in Mumbai, the whole world  knows about it. You just have to leave home earlier.

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I was there on 13th of September of 2012, sweating and surrounded by men. Suddenly I hear: OMG! What did you do? I know, I put on 5 kg in 5 months in Ireland. You can’t imagine how depressing that country is!. It is always raining and windy, I saw the sun just 2 days in 5 months. I am so sorry for the Irish people, but I am Spanish and Mediterranean. I need sun, I want sun!

My life in Mumbai and Mumbai’s roads started. We were there in the middle of that traffic; cars, blue cabs ( I realised later that they are with AC), black&yellow cabs, busses, rickshaws and last but not least our fiends, the cows. Also the special birds, the black crows ( I now there are always black, but these are blackest).

Suddenly, we were in a narrow street, full of shops and people. We were in the middle of a street market and against the traffic. We were stuck there. I was shocked looking through the car window on the left side  ( in India in right driving side).

 

We had arrived, he said.  We stopped on a debris hill. What are you doing? Come on, get down. I opened the door looking at that building in from of me.  Please, tell me that they put that scaffolding because just they are repairing the façade after the heavy’s rains in the monsoon. I said. Well… not really. It is typical to leave structural bars to continue to raise the buildings in Mumbai. Trust me how difficult it is find a nice place in Mumbai. Ah! This is a Christian building and I told the landlord that we are married. When you see the flat inside you will love it. Come on, get down! I looked at him and said: I can’t get down; there is a lot cow dung on this rubbish hill!  Are you kidding me? Come on, get down through another door, you are in Mumbai, not in Dubai. Haven’t you thought about it? He questioned.

 

I will come tomorrow morning to pick you up if you wake up early you can get a coffee just across the main street, Hill road. There is a place at the corner. He told me before closing the door.

I woke up in the morning and I went to the kitchen to drink water and two crows were on the window looking at me. No please, don’t attack me, please! I breathe sigh of relief and when to take a shower.

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Have you ever been to India? Well, almost all bathrooms are an entire shower. I will try to explain it better. You have a wc( if you are lucky, maybe there is just a hold on the floor), a washbasin (or could be just  tap and a water tub) and the shower tap with a hole somewhere on the floor. Also the famous spray for the wc . Normally there is a big water tub and a small tubs one inside.

I opened the shower tap, no water. Think Marisol, look at round! The big water tub was full of water. Great! I filled the small tub with water  from the big one. I took my shower!

Then, coffee time! It could be hours or days to describe my way from the flat to Hill road and my way back to my new home, but I will just tell you why I didn’t get the coffee.

I was there standing on the road opposite the café, between us the crowded road. Cars, taxis, busses, rickshaws, cows, people. I couldn’t cross the road. I will never forget that day.

After some time in Mumbai, I used to comfortably cross that street texting on the mobile without looking  around. As everything in life, you just need time and practice.

My life in Mumbai started at that moment on hill road street in Bandra, a catholic area in Mumbai.

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Travels

My travel started on the 14th of June 2011 bound to Rome. Right now I am writing from Mumbai.

First of all I want to start this blog sharing an article that I have written 2 years ago. You will understand what I am doing right now in India. Italy,Ireland&India

Things happen for some reason and during my last trip to Cambodia I decided to write a blog about my travels.

Make your travel…

About

I have been writing a diary since the age of 12. For some reason I discontinued this activity. In my early 20s but in my later 20s my life changed. With every step that I took my favorite refrain is: “I will write a book”.

I have always been writing for myself. Sometimes I send short stories to my best friends. But my specialty is to write long emails explaining things which apparently don’t make sense. (If you know me you will understand)

I love to hear my friends saying: “tot et passa a tu”. (Translation from Valenciano to English: everything happens to you.  And in Spanish: “todo te pasa a ti”).

My family says: You are unique. After you the mould was broken. I don’t agree with this entirely, but maybe it is partly true.

I am in no hurry to do things in life; I just keep on walking and walking. Perhaps one day I will be in a palm house on a beach writing the book, or maybe not. Who knows! If I do it, it will be for all my friends and the beautiful people that I keep meeting on this journey. It will be like a Thank You gift.

Write your life…

Hello my friends!

Every happening has a moment, and this is the moment to start writing for you. I will post about my travels, but remember: Life is a travel!

I have heard a million times that the train passes just once, and if you don’t catch it, you lose it. I don’t agree. Trains pass by every day, if not, sure there is a bus, a plane, a motorbike, a bike, a tuk-tuk, a rickshaw….or a walk!

Build your life…